Diseñadas para la vida moderna. Con las lentes digitales ZEISS podrá ver de una manera totalmente nueva su smartphone, tableta o televisor. Perfectamente adaptadas al uso de dispositivos digitales. Sus ojos se lo agradecerán.
De entrada, estamos frente a las pantallas de nuestros smartphones, tabletas o televisores hasta casi cinco horas al día. ¡Y consultamos nuestros móviles hasta 80 veces al día! Y estas cifras no han hecho más que crecer. Los tamaños de letra pequeños y el hecho de estar enfocando constantemente objetos cercanos y lejanos suponen un verdadero maratón para nuestros ojos. A partir de los 30 años, esto puede provocar estrés visual digital o, como lo llaman los expertos, «Síndrome Visual Informático». Las lentes digitales ZEISS son la solución perfecta para este problema, porque permiten que el ojo se acomode rápida y relajadamente a cada nuevo enfoque gracias a una zona de cerca optimizada, miremos donde miremos. Estas lentes son excelentes no solo para usarlas con dispositivos digitales, sino también para leer libros y revistas.
Las lentes digitales ZEISS han sido especialmente diseñadas para su uso con dispositivos digitales, como los lectores de libros electrónicos o smartphones. Se ha mejorado específicamente la zona de cerca de la lente, teniendo en cuenta los movimientos típicos de los ojos y la distancia de lectura más corta que requieren este tipo de dispositivos. Este diseño apoya de forma óptima el trabajo del músculo ciliar, lo que facilita que el usuario cambie de enfoque entre las distintas distancias. Y puede ayudar a prevenir los síntomas de cansancio. Estas gafas son aptas para su uso diario y no solo para «nativos digitales».
El uso de la tecnología digital exige el máximo de nuestros ojos. En solo una fracción de segundo tienen que moverse rápidamente de cerca a lejos: pasan de enfocar algo en la distancia a pequeños dispositivos, letras diminutas e información apelotonada, una y otra vez. Esto carga en exceso el músculo ciliar y la lente del ojo, que tienen que reacomodarse constantemente para garantizar que lo que vemos está enfocado con nitidez. Dolor de cabeza, cuello contracturado, irritación o fatiga ocular son síntomas de ello, sobre todo a medida que nos hacemos mayores. En Alemania, por ejemplo, el 50 por ciento de la población experimenta alguno o varios de estos síntomas, es decir, sufre de estrés visual.
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