¿Cómo se diagnostica la retinopatía diabética?

La diabetes se ha vuelto un padecimiento bastante común, se estima que cada año sólo en Estados Unidos se diagnostica a más de 1 millón y medio de personas. Esta enfermedad a veces comienza de forma silenciosa, así como sus implicaciones más comunes.

Las personas con diabetes corren un alto riesgo de problemas de visión, entre ellos está la retinopatía diabética, una afección que puede provocar graves daños en la retina y con ello la pérdida de la visión.

Los altos niveles de azúcar en la sangre provocan filtraciones en los vasos sanguíneos del ojo, así como inflamación, obstrucción o el desarrollo de anomalías en ellos. Es muy común que los primeros síntomas pasen desapercibidos o lleguen a ser confundidos con otras afecciones de la vista, por tanto es muy importante realizar un examen ocular con un especialista.

Síntomas de la retinopatía diabética

Si padeces diabetes y presentas alguno de estos síntomas entonces es momento de agendar tu próximo examen de la vista:

• Visión borrosa
• Cambio en la percepción de los colores, más atenuados o apagados
• Visión nocturna deficiente
• Manchas o hilos oscuros que flotan en el campo visual
• Aparición de puntos ciegos, pérdida de visión central o periférica

En sus primeras etapas es probable que muchos de los síntomas de la retinopatía diabética se parezcan a los de la miopía o la presbicia, por lo que todas las personas con diabetes deben realizarse un examen ocular anualmente.

Toma en cuenta que un diagnóstico tardío incrementa el riesgo de que la pérdida de la visión sea severa o permanente en uno o ambos ojos.

¿Cómo se diagnostica?

El examen ocular debe ser realizado por un especialista, oftalmólogo u optometrista, capaz de hacer una dilatación de pupilas, lo que permite ver a través del ojo los vasos sanguíneos y determinar posibles obstrucciones o fugas de sangre.

Este examen es simple y con el mismo se pueden diagnosticar otros problemas de la visión.

Ante cualquier sospecha, puede realizarse una angiografía con fluoresceína, que permite visualizar con más detalle los vasos sanguíneos de la retina.

El tratamiento temprano es vital para detener el daño y retrasar la ceguera, incluso prevenirla permanentemente, siendo una de las primeras recomendaciones para las personas con diabetes mantener bajo control los niveles de azúcar en sangre que son la causa de la retinopatía diabética.